"Los shows de Perú y Chile fueron un tester para lo que se viene ahora". Pichón Baldinu, el fundador de La Organización Negra y De La Guarda, no duda: sabe que el próximo viernes 23 de octubre, en el estadio de Vélez Sarsfield, se juega una parada brava con la puesta en escena del esperado concierto en el que Charly García festejará su cumpleaños número 58. Por ese motivo, Pichón charló con RS, cuando las horas que restan para el show se acortan, la expectativa crece y la ansiedad aumenta.
Previo a este trabajo, ¿cuál era el vínculo que tenías con la obra de Charly?
Con Charly tengo el vínculo de haberlo escuchado toda la vida, de haber crecido con sus canciones, de haber ido a montones de sus shows desde la época del secundario. Me acuerdo de algunos conciertos en Mar del Plata y en la Costa Atlántica, también los de "No bombardeen Buenos Aires", y las veces que lo vi en Prix D'Ami, que era como la base de operaciones de De La Guarda. Charly solía aparecerse y tocar bastante ahí.
¿Y cómo fue que se dio la conexión para trabajar con Charly hoy?
Creo que fue una decisión del equipo. Al mismo tiempo, Charly no quería generar un concierto tradicional, sino que pretende darle otra dimensión, de mucha envergadura, y que sobrepase el lenguaje meramente musical. Y así fue como que un día, de repente, me llamaron y me dijeron "Se viene lo de Charly y pensamos en vos". Yo estaba afuera del país, y me encuentro con esa noticia. "¿Cómo? ¿Cuándo? ¡Ya!".
¿Y qué cosas nos podés contar de Vélez, más allá de lo que se vio en Perú y Chile?
Más que adelantar los sucesos, te puedo decir que estamos cocinando un show para un espectador "ingenuo": queremos que el espectador llegue al estadio y se encuentre con una película. Esto fue un proceso creativo que se generó a partir de escribir un guión que pudiese contener un espacio visual a partir de las canciones de Charly, su poética y sus ritmos. El plan fue generar un entorno que pueda transformar a un concierto de rock en un evento más sensorial y más integral al espectador. Hubo muchas ideas que se pensaron desde el principio y que se pudieron ir probando en Perú y Chile: esos conciertos sirvieron de tester de Vélez. Esta clase de organizaciones se suelen llevar a cabo generalmente construyendo un escenario y trasladándolo como si se tratase de una obra de teatro. Acá fue al revés: a medida que avanzaron los shows pudimos ver como pueden funcionar ciertas cuestiones virtuales y ver como avanza la dinámica del show, chequear ese punto en donde te desviás de un lugar rockero a uno de ficción. Ahora la ficción va adquirir corporeidad: ese será el mayor cambio que se verá en Vélez. Será un One Shot que existirá ese día, en ese momento y en ese lugar. Y eso es un desafío para todos.
A vos, como espectador neutral y más allá de tu experiencia con De La Guarda, ¿qué puesta en escena de alguna gira o concierto de rock te impactó o te sirvió como influencia?
La verdad es que yo nunca vi en vivo un show con todos los aspectos que busco generar en este concierto. Lo que sí se aproxima es algo que sí vi, que es U2, que creo que son quienes más han encarado lo que es una puesta en escena donde la tecnología y los nuevos inventos están al servicio del show. Y si vamos más para atrás, todo eso tiene sus orígenes en las puestas de Pink Floyd, Genesis, Yes y hasta Kiss, que generaron una teatralidad. Y te cuento algo sobre Kiss: en el primer show de De La Guarda en Nueva York, Gene Simmons vino a vernos. Ellos estaban viendo como conformar el Psycho Circus Tour, y el tipo en persona se acercó al camarín y nos dio toda una clase de marketing americano. Lo más loco fue que nos ofreció ser teloneros de esa gira.
¿Y qué pasó?
¡Le tuvimos que decir que no! (risas).
fuente:
adictoalatv