El encuentro de cine anual acaba de comenzar y tras la proyección de prensa, el actor y su coprotagonista, Cate Blanchett, están hablando del filme, que se estrena hoy en la Argentina. Scott, como se sabe, no pudo venir y envió un comunicado explicando que su viaje no fue posible "por recomendación de sus doctores" ya que "está tardando más de lo esperado en recuperarse de una operación en la rodilla".
Pero Crowe y Blanchett fueron más que dignos representantes de este filme que inventa una suerte de precuela de la archiconocida leyenda (ver Crítica), trayendo a Cannes una cuota de buen humor, ironía y con momentos serios para el debate político y, de parte del actor australiano (aunque nacido en Nueva Zelandia), hasta para hablar de fútbol.
"La idea no era hacer una precuela -explica el actor de Gladiador, también de Scott-. Estábamos en el set de Gangster americano y vino Brian (Grazer, el productor) y me preguntó qué me parecía la idea de hacer un filme sobre Robin Hood. Y le dije que me encantaba. Y a Ridley le gustó también. Después cada uno siguió su camino, hicimos otras películas y nos reunimos a discutir qué hacer y arrancamos por el principio de la historia. No hay otra película que se haya hecho de Robin Hood que explique las motivaciones del personaje. Pero no se planteó de movida así, fue saliendo luego de horas y horas de discusiones".
Crowe cree que la historia tiene un alto grado de actualidad y elige la conferencia con la prensa del mundo para lanzar una inesperada crítica a los medios. "Siempre me preguntan contra quién combatiría Robin Hood si existiese hoy: si se metería en política, en economía, en las guerras, contra los barones de Wall Street, pero creo que se daría cuenta de que el verdadero poder está en los medios y en la manipulación de la información". Tras mirar a los periodistas con media sonrisa, agregó: "Los estaría persiguiendo a todos ustedes", dijo sin tomar en cuenta que su película proviene también de un enorme y poderoso conglomerado mediático.
Otro de los temas que se discute respecto a esta diferente versión de Robin Hood tiene que ver con la manipulación que en ella se hace de ciertos hechos históricos. "Creo que si bien no es exactamente la historia verdadera de la época, es lo suficientemente realista como para que las personas se interesen por lo que pasó y quieran averiguar más sobre quién fue Ricardo Corazón de León, sobre las Cruzadas, sobre cómo estaba Inglaterra en esa época, sobre la Carta Magna -explicó-. Queríamos hacer una película visceral, que se sienta parte de un mundo real y no de una fantasía".
Hablando de fantasías, mejor no les pregunten por las clásicas "calzas verdes" que se le conocen al personaje. "El traje era todo de cuero, ajustado", dijo Blanchett y mira con ojos suspicaces. "Eso también tiene que ver con el realismo que se le quería dar a la película", agregó. Y esas calzas no se usarán, aseguran, aún cuando es probable que existan secuelas.
Russell Crowe y Cate Blanchett protagonizan al héroe y a Lady Marian en la película de Ridley Scott, que abrió ayer el Festival de Cannes, y hoy se estrena en la Argentina. Los intérpretes contaron la génesis del proyecto, que explica las motivaciones por las que Robin Hood terminaría siendo un personaje legendario.
"No hay planes en concreto, pero no soy cínico y sé que si la película funciona bien seguramente querrán hacer otras -agrega Crowe-. Tenemos una historia que podría durar siete horas y que, en esta película, recién está arrancando. Pero no hay guiones escondidos ni tenemos una trilogía preparada. Veremos qué pasa, pero me encantaría volver al papel y a trabajar con Ridley y con Cate".
Cualquiera que vea la película notará algo que aquí también llamó la atención a muchos: los franceses son los villanos del filme. "Bueno, en realidad no es tan así -dice Blanchett-. Para mí, los ingleses quedan peor parados". Crowe agrega: "Tomando en cuenta que se trata de una gran producción hollywoodense, es notable que haya varios personajes franceses importantes, que se hable bastante en francés en la película y que, de hecho, se vea que a Corazón de León lo mata una flecha francesa". Lo cierto es que ningún francés pareció ofendido por el asunto. ¿Será que no esperan otra cosa de una historia y un cineasta británico?
fuente: adictoalatv
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