A continuación, la entrevista completa.
La creadora de "Casi ángeles". Repasa los secretos del boom, que comienza con su última temporada. Asume su condición de productora independiente. Y asegura que tiene un mensaje muy claro para dar: "Tenemos que tener un mundo mejor". Cómo será su futuro, creando una escuela integral de arte.
"Lo que cuento ahora es lo que quise contar toda mi vida. Salvando las formas, el mensaje es el mismo. ¿Cuál es el mensaje? Que tenemos que tener un mundo mejor, que éste que tenemos es muy injusto y que estamos en un proceso muy fuerte de cambio."
Cris Morena, productora y compositora, es la reina en su rubro (adolescente) en la Argentina y también en muchos países del mundo donde sus productos se venden como pan caliente. Ahora, ante el cierre de una etapa con el final de la cuarta y última temporada de Casi Angeles (Telefe), Cris acerca una explicación sobre el fenómeno detrás de su éxito. "No estaba en mi mente, cuando arranqué, este camino que hice. Pero ya entendí por qué pasó todo lo que pasó. Encontré el sentido de lo que hago, por supuesto con un enorme trabajo personal y de autoconocimiento y después de preguntarme por qué me gusta estar con niños y jóvenes. Me podrán cuestionar gustos, estéticas pero no me pueden cuestionar mi manera de trabajar, ni en este país ni en ningún lado, es un nivel de entrega importante. No trabajo con gente que no tenga esa mística respecto al trabajo y buscamos que eso tenga una bajada interesante con respecto a los jóvenes".
En el ciclo que protagonizan los adolescentes, la trama muestra a un mundo fragmentado en dos por un muro: de un lado, los que manipulan y controlan; del otro, los salvajes que resisten. "Los adultos no ven el programa y hablan prejuiciosamente no y no saben hasta dónde estamos llegando. Ahora estamos en la resistencia, como se llama esta etapa, porque nada se da de manera fácil y además porque creo que muchas respuestas están en los mas jóvenes y no en los adultos".
¿Hay algo de tu propia adolescencia que se refleja en esta historia?
Desde muy chica tuve una enorme responsabilidad, me hacía cargo de lo que quería y si me salía mal, también. No sé si será una cosa heredada de mi padre que era italiano, de Verona, de su nobleza, sus valores. De él me viene la responsabilidad, sobre todo trabajando para chicos. Yo hice la carrera de asistente social, mirá lo que es la vida, laburé en las villas y ahora me toca hacerlo en la tele, el teatro y la música. Puedo decir que cuando realmente soy yo es con mis cuadernitos, haciendo las canciones. Primero salen las letras y a partir de ahí, toda la historia. Desde que tengo uso de razón, ni mis padres ni maridos me han dado ni un peso ni una orden. He acatado decisiones que me parecían correctas o estuve de acuerdo pero nunca si me parecían injustas. Y gracias a eso pude crecer. Se me han cerrado puertas importantes y salí llorando. Pero después, le di las gracias a los que me las cerraron, porque fue así como aprendí.
Todo el merchandising alrededor de tus productos (incluso acaba de salir un libro "Resiste") ¿no es contradictorio con este mensaje que se quiere trasmtir?No, porque proponemos un consumo lógico. Pero posiblemente a la larga también termine con eso, para meterme en otras cosas, más de servicio. Obvio que queremos que los productos se vendan, porque además es lo que nos financia el proyecto. Porque lo que la gente no sabe es que ningún canal financia la tira. En este momento todas las productoras de televisión tienen contratos con distintos canales y nosotros somos la única productora independiente. La tira me sale una cantidad de dólares diarios, y si yo paro de grabar, pierdo un departamento. Más allá de que todos crean que somos megamillonarios, la verdad es que nos va bárbaro y estamos muy contentos, porque no hacemos trampas para que nos vaya bien y tratamos de ser con nuestros chicos lo que predicamos para afuera. Tiene que ver con la perseverancia: a muchos, si les va mal con el rating, enseguida se bajan. Yo sigo ahí, donde todo el mundo abandona. Además, mis canciones se escuchan en todo el mundo y me dirán: bueno, cobrás por eso.
Sí, claro, cobro. Pero es mi trabajo legítimo. Y además hago muchas cosas con esa plata que ahora no importa contar. Ser libre, hacer lo que uno quiere, tiene un costo y yo lo acepto. Por supuesto que no soy una salvaje que vive aislada. Me manejo en un medio de mucho poder y sé de lo que hablo. Y siendo la única mujer, casi siempre, no es fácil moverse en este medio. Pero cada uno pelea desde su lugar.
¿Sentís que recibís más críticas porser mujer en tu rol de productora?
Me gané un respeto, pero me costó muchísimo. Los que dicen 'esta mujer siempre se hace la pendeja', les digo: tengo la edad que tengo y estoy impecable, no hago gimnasia, como frugal. A cierta edad, las personas tienen la cara que se merecen. Tu exterior refleja tu interior.
La imagen y la estética son muy influyentes durante la adolescencia. ¿Cómo manejás ese tema?Nosotros procuramos hablar de la identidad, de ser vos mismo. Sí buscamos la armonía, pero no relacionada con la estética que te quieren imponer desde afuera, sino en relación con lo que vos sos. Cada uno es único y el cuerpo es un envase al que tenés que llevar de la mejor manera posible, pero en armonía con el corazón.
Cuando hablás de volcarte más hacia un servicio, ¿a qué te referís?
A algo relacionado con la educación. Pero antes necesito bajar más el ego. Todavía no me animo, porque es algo muy serio, pero me gustaría crear una escuela que no sólo sea de formación integral, darles becas a chicos que no tengan recursos, que hable de arte y también de otras cosas. Ya hice todo lo que quería y ahora es tiempo de hacer algo de servicio en serio. Me estoy enfocando cada vez más hacia eso. También estoy en un proceso de lucha contra la desnutrición y el maltrato infantil que son el origen de muchos problemas posteriores.
¿Esto tiene que ver con lo que hablábamos antes en cuanto a cómo está el mundo hoy?El mundo se está polarizando, se está separando cada vez la paja del trigo y todo va muy rápido. Y en algún momento vamos a tener que tomar la decisión de estar en la luz o en la sombra. Hay un desamparo de la humanidad hacia sí misma y somos todos algo responsables. Estamos viviendo los estertores de un ciclo, un final de algo que no da más, un modelo gastado, un sistema narcisista donde no se ve al otro y el otro no existe y se muere de hambre o por la guerra. No puede ser eso, no está bien. Yo le hablo a los chicos de esas cosas y lo hago desde siempre. He sido coherente en eso. No me importa que haya gente que no lo crea, serán los que se queden afuera. Este es un proceso único en la humanidad que tiene que ver con algo planetario y no me hago la astróloga, ni me guío por gurúes ni tengo brujas ni nada por el estilo, es un tema energético que tiene que ver con estar en armonía con el universo, mi lucha personal es esa que parece fácil, pero estar en armonía con el universo. Porque el universo no atenta contra el ser humano, pero el ser humano sí atenta contra el universo. Hacia eso es hacia donde dirijo todo mi trabajo y mi vida. Esta es una verdad mía que no tiene que ser la verdad de todos. Pero lo que hago, es siempre con el corazón. Para mí, el concepto 'no se puede', no existe.
El 9 de julio llega "Casi ángeles" al Gran Rex. ¿Es el mismo mensaje?Sí, va a ser algo muy interesante. Además con la emoción extra de la despedida. Este espectáculo fue hecho con menos dinero, pero con mucha creatividad y un gran laburo técnico. La obra es un grupo de chicos que resiste a su manera, que van en busca de sí mismos. Es un show de bandas, pero con chicos involucrados, comprometidos y que también se divierten.
¿Qué pasó con "Despertar de primavera", la obra que produjiste?La obra habla de lo mismo pero de otra forma. Pensé que iba a ser una explosión y cometimos ese error que tiene que ver con el ego. Pero es una obra durísima y en un momento en que la gente busca no ver, sino distraerse... Además, no era una obra mía, sino de un autor alemán del siglo XIX, Frank Wedekind, a quien le llevó 10 años publicar el libro, porque estaba prohibido. Y a mí me llevó 3 meses llevar gente al teatro y cuando empezó a funcionar mejor, lo tuvimos que dejar, porque el espacio ya estaba contratado para otro espectáculo. Me costó mucho dinero y no rindió en ese sentido, pero fue un éxito personal por el grupo humano que se formó. Son los riesgos. Estoy en un gran cambio, por mi cabeza pasan millones de cosas pero quiero disfrutar este final y lo nuevo, llegará solo.
Fuente: Clarín
fuente: todo-television
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